¿Y si llueve y hace frío?

El BEA tiene lugar llueva o haga sol porque creemos que “no hay mal tiempo sino buen abrigo”. En la educación infantil al aire libre la ropa es un factor esencial. L@s niñ@s deben ir vestidos adecuados a las estaciones del año. Durante los días de lluvia, deben ir equipados con chubasquero y botas de agua. Para los días de frío lo mejor es el método cebolla, vestidos con varias capas e incluir gorro y guantes. Para el calor, deben ir equipados con gorra que les proteja del sol. Contamos con varios refugios donde l@s niñ@s guardan sus pertenencias y pueden resguardarse si lo desean y con amplias zonas de sombra y agua para refrescarse.

¿Qué pasa con la seguridad?

La seguridad es un asunto que se tiene muy en cuenta en todo momento. Seguimos una pautas de seguridad que tanto adultos como niñ@s tienen que cumplir durante el tiempo que pasan en el Bosque Escuela.

Las personas acompañantes llevan en su mochila un kit de primeros auxilios y cuentan con formación específica.

Contamos igualmente con un seguro de accidentes personales que cubre a l@s niñ@s y personas adultas durante las actividades.

¿Cuáles son algunos beneficios de ESTAR en contacto con la naturaleza?

-El sol es fuente de vitamina D, responsable de varias funciones en el cuerpo como fijar el calcio en los huesos; asegurar el buen funcionamiento del hígado y los intestinos; regular los impulsos de hambre, sed y sueño; reforzar el sistema inmunitario, la resistencia física, la capacidad de atención y el aprendizaje.

-La naturaleza nos enseña que el tiempo no es lineal, sino que se basa en ciclos (el día y la noche, las estaciones, las lluvias) con intervalos largos, constantes y pacientes. Esto nos permite relajarnos y confiar en la vida, aprendiendo a aceptarla y a aceptarnos a nosotros mismos.

-Al aire libre mejora la sensación de bienestar y autoestima, por lo que se ha “recetado” para tratar trastornos emocionales y de conducta como el Transtorno de Deficit de Atencion con Hiperactividad (TDAH).

-Después de un día al aire libre y de práctica de ejercicio, el sueño nocturno se torna más profundo y reparador, lo que proporciona más energía y lucidez al día siguiente.

-Al aire libre se desarrollan los sentidos de forma conjunta. En un mismo momento se perciben olores, ruidos o texturas diferentes. Además, el horizonte de visión es más amplio por lo que se desarrolla la visión periférica que es la que nos permite situarnos en el espacio.

-Se ha demostrado que en las escuelas al aire libre los niños y niñas contraen un 80% menos de resfriados, dolor de garganta, infecciones de oídos y otras enfermedades contagiosas que en las escuelas infantiles cerradas.

¿Cuáles son algunos beneficios de APRENDER al aire libre?

-El aprendizaje al aire libre se basa en experiencias directas que estimulan todos los sentidos y los alumnos desarrollan sus propias ideas del mundo que les rodea. El aula es la naturaleza y en ella predominan una variedad de materiales ilimitados con los que interactuar.

-Se despierta la fantasía y la creatividad al ser los propios niños y niñas los que crean sus juegos y juguetes (No hay juguetes prefabricados en el Bosque Escuela).

-Las actividades que desarrollan los niñ@s al saltar, trepar o correr suponen que ejerciten el cuerpo en su conjunto. El desarrollo del movimiento es fundamental para desarrollar posteriormente otras habilidades, como es el lenguaje.

-Entre los 3 y los 6 años de edad el contacto con la naturaleza es crucial para el desarrollo del niñ@ pues tiene necesidad de moverse, explorar e interactuar con todo lo que vive a su alrededor.

-Ayuda en su desarrollo en, al menos, tres aspectos simultáneamente. En el aspecto cognitivo, al impulsar la creatividad, la concentración y el lenguaje. En sus habilidades sociales, al promover el sentido de responsabilidad y respeto. En su desarrollo físico como decíamos anteriormente.

¿Qué es el juego libre?

-Juego acompañado por uno o más adultos. Normalmente se establece un ratio de 1 adulto por cada 5 niños y niñas.

-Una rutina que alterna fases poco estructuradas en las que l@s niñ@s tienen más autonomía y libertad, con fases estructuradas cuando el adulto lo requiere, por ejemplo, a la hora de comer o de contar un cuento.

-En esas fases poco estructuradas, los niños y niñas eligen con quién, dónde y a qué quieren dedicarse. Inventan sus propios juegos con sus propias reglas. En su propio interés lo que los mueve. A través del juego aprenden utilizando los materiales que la propia naturaleza ofrece como palos, piedras, hojas, flores, etc. En esta fase, el adulto tiene el papel de velar por el bienestar físico y emocional de l@s niñ@s, prestando la máxima atención pero no interrumpiendo cuando están inmersos en sus actividades, interviniendo sólo en caso de conflicto o seguridad.

Nota: parte de esta información ha sido recogida del libro “Educar en Verde” de Heike Freire y del libro “Bosquecuela” de Philip Brich, cuya lectura recomendamos para un conocimiento más profundo de la pedagogía verde y del método Bosque Escuela. También se basa en el trabajo de Tamara Chubarovsky que relaciona lenguaje y movimiento.